Lo cierto es que todos tenemos tiempo, y además, el mismo tiempo, por lo menos el mismo tiempo diario.
La mayoría asume que "no tener tiempo" es un problema; en realidad el problema está en la administración de nuestro tiempo: qué hacemos con nuestro tiempo, cómo lo gastamos, en qué actividades consumimos nuestras 24 horas diarias.
La mayoría asume que "no tener tiempo" es un problema; en realidad el problema está en la administración de nuestro tiempo: qué hacemos con nuestro tiempo, cómo lo gastamos, en qué actividades consumimos nuestras 24 horas diarias.
La clave está en "tener tiempo" para hacer lo que es prioritario para nosotros y "no tener tiempo" para hacer lo que no es prioritario para nosotros. Es decir, tomar el control de nuestra administración del tiempo, decidir activamente qué vamos a hacer con cada hora de nuestro día y tener una razón para ello, esa es la verdadera administración del tiempo.
Admite la realidad
Debes admitir primero que el día tiene 24 horas al día. En este tiempo no puedes realizar todo lo que se te pase por la cabeza, debes seleccionar.
¿Cómo seleccionar? Primero definiendo en un papel cuáles son tus objetivos, lo que es importante para ti. Después creas un plan de acción para cada objetivo. Este plan de acción determinará lo que debería ser prioritario para ti: las acciones en las que debes gastar tu tiempo.
Elimina
Ahora que ya sabes lo que es prioritario para ti, elimina sin piedad todo aquello que no sea prioritario. Para ello examina cómo estás gastando tu tiempo diario, pon el tiempo al lado de cada actividad.
Algunas veces realizar estos cambios puede ser todo un reto para ti, deberás salir de tu zona de confort.
No te sobrecomprometas
Una vez ya has eliminado de tu vida lo que no es prioritario en este momento y tienes el tiempo para hacer lo prioritario debes proteger esta situación. Para proteger esta situación de "tiempo administrado" sólo te doy un consejo: no te comprometas a todo.
Piensa que cada vez que te comprometes a hacer algo estás gastando tu presupuesto de horas diarias. Mira tu presupuesto libre de horas diarias después de programar tus planes de acción, ¿te queda tiempo suficiente? ¿vale la pena dedicar este tiempo libre a este nuevo compromiso? si la respuesta es no, elimina ese compromiso.
Así es como se administra el tiempo. Así podrás decir que "tienes tiempo" para hacer lo que es importante para ti y "no tienes tiempo" para más compromisos.
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¡Un saludo!
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