martes, 9 de octubre de 2012

¿Tus esfuerzos están bien encaminados?

Posiblemente una de las mejores autoreflexiones que puedes hacer es preguntarte si tus esfuerzos están bien encaminados; en otras palabras, si el uso que haces de tu tiempo te conduce a alcanzar tus sueños personales; en otras palabras, si estás administrando tu tiempo de forma eficaz y eficiente.

Donde todos los caminos terminan La paradoja es que puedes ser muy productivo pero en una dirección que no te interesa. Es lo que llamo el síndrome del caballo desbocado. En este caso eres productivo en el sentido de la propia palabra, pero no eres productivo desde el punto de vista personal. Si pretendes aumentar tus ingresos en un 20%, quizá aumentar tu horario laboral de 8 horas diarias a 12 no sea la manera más eficiente (ni eficaz) de hacerlo, quizá necesitas trabajar más inteligentemente y no durante más tiempo.

La segunda paradoja es que al hacerte la pregunta "¿mis esfuerzos están bien encaminados?" se tiende a responder basándose en los resultados conseguidos... Pero ¿qué pasa tus esfuerzos están bien encaminados pero aún no se han manifestado los resultados? Una forma de saber si tu esfuerzo está bien encaminado es medir los resultados de transición, es decir, lo que has ido consiguiendo hasta el momento.

Imagina que tienes un grupo musical y hoy te has marcado el objetivo de realizar 20 conciertos fuera de tu país de aquí al próximo año, 40 el siguiente año y 80 el tercer año. Si te preguntas si tus esfuerzos están bien encaminados dentro de 1 mes puedes sentir la tentación de responder que no, porque aún no has alcanzado el objetivo. Sin embargo, si estás trabajando en manifestar estos 20 conciertos mediante una estrategia eficaz, estás caminando hacia tu objetivo. Por ejemplo: investigando eventos potenciales, consiguiendo contactos clave, mostrando tu trabajo a tus contactos, cerrando contratos... .

Entonces, en vez de medir con la pregunta ¿cuántos conciertos he realizado hasta ahora?, puedes utilizar las preguntas, ¿cuántos eventos he investigado? ¿cuántos contactos clave poseo que me pueden permitir tocar en esos eventos? ¿a cuáles de esos contactos he contactado? ¿a cuántos contactos clave he mostrado mi trabajo? ¿cuántos de los contactos se han mostrado interesados en mi trabajo? ¿cuántos contratos he cerrado? Los resultados de transición te pueden ayudar a darte cuenta si caminas hacia tu objetivo.

Fíjate como se trata de un embudo, en la parte más ancha se encuentran los conciertos que has investigado (muchos) y en la parte de abajo se encuentran los conciertos que has realizado (pocos en relación a los que investigaste).

1 comentario:

  1. No podría estar más de acuerdo en lo que planteas en este entrada David. Siento que a veces sufro del síndrome del caballo desbocado já, porque hago muchas cosas, pero no todas ellas me conducen a donde quiero ir. Tendré que trabajar más en ese punto para reflexionar ciertas cosas antes actuar. Saludos.

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